EL COPETE DEL CARDENAL
En un árbol había un nido
de pájaros con cinco pichones. Los pájaros dueños del nido eran de tamaño más
bien grande, de lomo gris, pecho blanco y copete marrón. Éstos habían dicho a
sus hijuelos que de madrugada, al despertarse, no se asomaran al borde del
nido, pues como era el principio de la primavera, hacía frío aún y se podían
enfermar. Recién tenían permiso para asomarse al balcón del nido, cuando el sol
ya estaba alto y empezaba a calentar. Pero los pichones eran muy curiosos,
querían verlo todo y especialmente, querían ver el nacimiento del sol.
Así fue que una mañanita,
desoyendo la advertencia de sus padres, cuando ya había la suficiente claridad
para distinguir las cosas, se asomaron al espacio por el borde del nido, en
momentos en que salía el sol por el oriente, y lo miraron un rato, llenos de
asombro y de alegría al ver un espectáculo tan hermoso.
Entonces, el sol, orgulloso al ver que
el espectáculo de su belleza era tan verdadero y hermoso que hasta unos simples
pichoncitos de pájaro lo comprendían y admiraban, les mandó un rayo de luz
derechito a las cabezas, tiñéndoles los copetes oscuros del rojo más vivo,
pagándoles así, con un poco de belleza, su ingenua admiración. Y andando el
tiempo, a esos pájaros de copete colorado, los hombres les dieron el nombre de
cardenales.
Silva Valdés Fernán
"Poesías y Leyendas para los Niños" (1958)
Adaptación
"Poesías y Leyendas para los Niños" (1958)
Adaptación
Responde:
¿Cuándo tenían permiso los pichones para asomarse al borde del nido?
¿Cómo se sintió el sol al enterarse de la travesura de los pichones?
¿En qué mes transcurre esta historia?
¿Cómo eran antes los cardenales?
¿Qué quiere decir la frase: "desoyendo la advertencia de sus padres"?
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